Las personas en situación de sinhogarismo y exclusión se enfrentan a complejas condiciones de vida. En esta línea, cobra especial relevancia el abordaje del impacto de la discriminación y la violencia que afecta a esta ciudadanía, sobre todo en el contexto de uno de los grupos más vulnerables: las mujeres afectadas por el sinhogarismo y la exclusión residencial. A partir de los resultados de una investigación de carácter mixto mediante el uso de la encuesta a través de cuestionario y la entrevista en profundidad semiestructurada, se constata que ser mujer constituye un elemento de vulnerabilidad y riesgo fundamental hacia la violencia. Es más frecuente que las mujeres señalen sentir discriminación y haber sufrido cualquier tipo de violencia, especialmente de carácter físico y sexual. El riesgo de las mujeres hacia la violencia y la discriminación está especialmente presente entre las mujeres de 36 y 50 años y entre las mujeres de origen extranjero, fundamentalmente, procedentes de Latinoamérica. Así, el origen y la edad constituyen factores de riesgo hacia la violencia en las PSH, particularmente, en las mujeres. Estos hallazgos apuntan a la relevancia de explorar de manera específica cómo la violencia afecta a las mujeres en situación de sinhogarismo y, concretamente, su protagonismo en la definición de sus procesos de exclusión social. De la misma manera, los hallazgos apuntan a que las cuestiones migratorias son fundamentales para analizar los procesos en los que se ven inmersas las mujeres en situación de sinhogarismo.

Los estudios sobre el sinhogarismo han estado impregnados de una visión androcéntrica que ha invisibilizado la realidad de las mujeres. En estos últimos años se ha producido un avance en la incorporación de perspectivas centradas en el género que han motivado nuevas investigaciones y propuestas metodológicas. Sensibles a la incorporación de esta perspectiva y a la necesidad de incrementar y compartir conocimientos, se crea en el 2019 la Red de investigador@s Mujeres y sinhogarismo. En la actualidad la red está conformada por 22 investigadoras y profesionales vinculadas a diversas universidades y entidades del estado español, Portugal y Latinoamérica. En el ámbito académico se cuenta con la participación de diversas disciplinas sociales, que permiten comprender y generar conocimientos desde una perspectiva multidisciplinar y compleja. Se abordan temáticas vinculadas a las diversidades de género, la salud y la salud mental, las políticas sociales, las metodologías de intervención, las discriminaciones y barreras en la atención, las violencias y las migraciones. Desde el ámbito profesional, se cuenta con la participación activa de expertas en todas las temáticas enumeradas, generando sinergias y articulando complicidades. En los seis años de funcionamiento de la red se han realizado actividades que han permitido visibilizar y compartir conocimientos sobre las mujeres en situación de sinhogarismo en diversos territorios y contextos. El modelo de trabajo en red nos ha permitido generar nuevas oportunidades, potenciando beneficios a todas las personas y organizaciones implicadas. La evolución de la red ha propiciado la creación de una Asociación científica que tendrá como finalidad consolidar y ampliar la experiencia.

En diversas ocasiones se ha señalado la alarmante situación de las mujeres en situación sin hogar, específicamente en lo relativo a su salud mental. El deterioro de estas mujeres no solo sería mayor al de la población general, sino que la literatura parece indicar que su estado de salud mental es peor que el de los hombres en la misma situación. Además, resulta importante atender a la posible relación bidireccional entre el sinhogarismo y el padecimiento de problemas de salud mental, y a las barreras que la propia situación sin hogar puede suponer de cara a recibir una atención psicológica adecuada. Por ello, el presente trabajo tiene como objetivo analizar la prevalencia de diagnósticos de trastorno mental y la presencia de discapacidad mental y de sintomatología de ansiedad, depresión y estrés post-traumático en una muestra de mujeres en situación sin hogar de la ciudad de Madrid. También se explora la relación de estos indicadores de salud mental con otras variables importantes, tanto sociodemográficas como relativas a su historia de sinhogarismo, tales como su situación de alojamiento, el tiempo en situación sin hogar y la edad de llegada a dicha situación. Este análisis puede proporcionar una mayor comprensión de la relación entre salud mental y sinhogarismo, así como señalar la intersección de las diferentes vulnerabilidades que podrían estar relacionadas con el estado de salud mental de las mujeres en situación sin hogar.

El estudio de las personas en situación de sinhogarismo ha experimentado un notable incremento en relevancia a lo largo de finales del siglo XX, especialmente durante las décadas de 1980 y 1990. Este período fue testigo no solo de un aumento en la conciencia pública sobre el tema, sino también del surgimiento de una perspectiva de género dentro de este campo de estudio. Este enfoque pionero reconoció que tanto hombres como mujeres experimentan el sinhogarismo de manera distinta, desde sus causas subyacentes hasta las estrategias empleadas para sobrevivir en esa situación. Durante la década de 1980, surgieron investigaciones que destacaron los desafíos específicos que enfrentaban las mujeres sin hogar. Estos estudios revelaron tasas significativamente más altas de violencia intrafamiliar y de género entre las mujeres sin hogar, así como un acceso más limitado a los recursos disponibles, muchos de los cuales estaban fuertemente sesgados hacia una población masculina. Este descubrimiento marcó el inicio de un creciente cuerpo de literatura e investigación que explora la intersección entre la falta de vivienda y el género. Desde entonces, se ha desarrollado una cantidad sustancial de estudios que abordan esta interseccionalidad de género en el sinhogarismo. Estas investigaciones han arrojado luz sobre una variedad de temas, incluyendo las experiencias únicas de las personas transgénero y no binarias en situación de sinhogarismo, así como las disparidades adicionales que enfrentan las mujeres de color y otras poblaciones marginadas. A medida que esta área de estudio continúa evolucionando, es crucial seguir explorando y comprendiendo las complejas dinámicas de género dentro del sinhogarismo para informar políticas y prácticas más inclusivas y efectivas.

Desde los años 90, las investigaciones acerca del sinhogarismo, han abordado la diversidad de género y deorientación sexual poniendo de relieve la exposición diferenciada al estrés y la violencia a la que hacen frente las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex (LGTBI+) en situación de sinhogarismo. Concretamente, esta violencia se manifiesta en ocasiones como el rechazo a sus identidades de género/orientaciones sexuales no normativas (LGTBI+fobia), siendo a su vez una causa fundamental que puede precipitar al sinhogarismo, sobre todo a las personas más jóvenes. Esto da lugar a lo que ha venido denominándose en la literatura científica como una sobrerrepresentación de la juventud LGTBI+ en situación de sinhogarismo, también para el caso europeo. A pesar de lo anterior, en España solo existe una investigación que aborda la situación de la población sin hogar LGTBI+, y la diversidad sexo-genérica no se incluye en las políticas dirigidas al sinhogarismo ni en las cuantificaciones de la población sin hogar, lo que redunda en la construcción de un “perfil hegemónico” que no aborda las situaciones específicas de la población LGTBI+. El reconocimiento a las mismas, sin embargo, se ha materializado en la apertura de alojamientos de apoyo específicos para la población LGTBI+ sin hogar, que en España comenzaron en 2016. Esta investigación, en el marco de una tesis doctoral, se centra en realizar un acercamiento a las situaciones de las personas sin hogar LGTBI+ a través de entrevistas en profundidad y la observación participante. Los primeros hallazgos revelan el impacto de las múltiples violencias como eje vertebrador de los relatos. Así mismo, estos primeros indicios permiten indagar acerca de la importancia de los contextos seguros en la intervención, destacando los alojamientos exclusivos para el colectivo, u hogares arcoíris, así como el apoyo entre pares o peer support.

El estudio se centra en analizar las diferencias de género en relación con la falta de vivienda, la salud mental y los intentos de suicidio entre las personas sin hogar (PSH) en Madrid. Se involucraron 355 participantes, con una edad promedio de 49,4 años, donde el 58,3% eran hombres y el 41,7% mujeres. Se encontró que el 37,2% de los participantes reportó haber intentado suicidarse en algún momento. Las mujeres PSH mostraron una propensión mayor a los intentos de suicidio en comparación con los hombres. Además, las mujeres que habían intentado suicidarse tenían una edad más joven al llegar a la situación de sinhogarismo en comparación con los hombres. En cuanto a la salud mental, las mujeres que habían intentado suicidarse mostraron niveles más altos de ansiedad, depresión, y consumos problemáticos de sustancias en comparación con los hombres en la misma situación. También experimentaron menor apoyo social y mayor soledad. Los eventos traumáticos estaban vinculados a los intentos de suicidio, siendo el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la depresión los mejores predictores de intentos de suicidio previos, especialmente entre las mujeres. Este enfoque en las diferencias de género destaca la importancia de comprender cómo las experiencias específicas de las mujeres PSH pueden influir en su salud mental y comportamiento suicida. Se subraya la necesidad de intervenciones sensibles al género que aborden las disparidades y proporcionen un apoyo adecuado a esta población vulnerable.