En los últimos años, los problemas relacionados con la imagen corporal se han intensificado con el auge de las nuevas tecnologías. En España, los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCAs) son 2.5 veces más prevalentes en mujeres jóvenes que en hombres. Algunos estudios indican que las redes sociales ofrecen un flujo constante de imágenes y vídeos que promueven ideales de belleza femenina centrados en la delgadez. Partiendo de esta investigación, el objetivo de este trabajo fue evaluar si la presión de las redes sociales estaba asociada a un mayor reporte de desórdenes alimentarios, así como identificar los mecanismos subyacentes en esta relación. Hipotetizamos que una mayor presión de las redes sociales se correlacionaría con un incremento en los síntomas de los trastornos alimentarios. Además, esperábamos que esta relación se explicara por una mayor internalización del ideal de delgadez (asociado a la belleza femenina), pero no del ideal de musculatura (asociado a la belleza masculina). Un total de 393 mujeres universitarias, con edades comprendidas entre 18 y 46 años (M = 20.98, DT = 2.77), completaron una encuesta sobre el uso de redes sociales e imagen corporal. Los resultados mostraron que una mayor presión en redes sociales estaba relacionada con un aumento en los síntomas de trastornos alimentarios. Además, se encontró que esta relación estaba mediada por una mayor internalización del ideal de delgadez, pero no del ideal de musculatura. Estos hallazgos destacan implicaciones importantes para el desarrollo de programas de intervención en los TCAs.

El proyecto RealBody+ es una intervención aprobada por la Universidad de Granada, cuyo objetivo es mejorar la percepción de la imagen corporal, la actividad física y las conductas alimentarias en adolescentes de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato. Este proyecto responde a resultados de estudios previos que mostraron una disminución de la autoestima y problemas alimentarios en estudiantes de cursos superiores. La intervención se llevará a cabo en un centro concertado de Granada capital, y constará de cuatro sesiones dentro de las clases de Educación Física durante el primer trimestre del curso. La primera sesión introduce el proyecto a través de encuestas sobre el uso de redes sociales, autoestima e imagen corporal, seguido de una charla informativa sobre estos temas. En la segunda sesión, se enseñan técnicas para el uso adecuado de redes sociales, mejora de la autoestima y adopción de hábitos saludables. En la tercera sesión, los estudiantes crean campañas de concienciación en Instagram, enfocadas en el uso responsable de las redes, mejora de la autoestima, promoción de la actividad física y la alimentación saludable. Finalmente, en la cuarta sesión, presentan sus campañas y se realiza una evaluación final para medir el impacto de la intervención en la percepción de estos conceptos. Este enfoque práctico busca dotar a los jóvenes de herramientas para manejar de forma saludable la presión social y los estereotipos relacionados con la imagen corporal, promoviendo un bienestar integral en una etapa clave de su desarrollo.

La investigación sobre las intervenciones basadas en la actividad física ha mostrado tener un impacto positivo en la salud mental de niños y adolescentes. Además, los estudios realizados en el ámbito de la Educación Física han arrojado resultados favorables en términos de bienestar emocional y psicológico entre escolares. Sin embargo, algunos constructos relacionados con el bienestar y el malestar presentan resultados inconsistentes o limitados. El objetivo de esta revisión sistemática es analizar la influencia de las intervenciones en clases de Educación Física sobre la salud mental de estudiantes entre los seis y 18 años. Para ello, se realizó una búsqueda exhaustiva en las bases de datos PubMed, Cochrane Library, Web of Science, Scopus, SPORTDiscus, PsycINFO y ERIC, utilizando términos clave como “Educación Física” y “salud mental”. Se seleccionaron estudios originales que evaluaran indicadores de salud mental en estudiantes de Educación Primaria, Secundaria y Bachillerato, publicados en los últimos diez años (2014-2024). Los resultados muestran un aumento significativo en la investigación sobre este tema, con especial énfasis en el estudio de constructos relacionados con el bienestar, como la autoestima, la reducción del estrés y la mejora del estado de ánimo. En conclusión, las intervenciones basadas en la Educación Física son diversas y efectivas para promover la salud mental en escolares, destacando su potencial para ser implementadas dentro del currículo educativo. Las investigaciones recientes subrayan la importancia de desarrollar programas específicos que no solo mejoren la condición física, sino que también favorezcan el bienestar emocional y psicológico de los estudiantes, ofreciendo así numerosas oportunidades de intervención en la práctica educativa diaria.

El proyecto RealBody+ es una iniciativa que busca abordar los problemas relacionados con la salud mental, la imagen corporal y los hábitos de vida en adolescentes, especialmente en un contexto donde el uso de las redes sociales juega un papel central. Dado el impacto negativo que las plataformas digitales, como Instagram y TikTok, tienen en la percepción de la imagen corporal, este proyecto se enfoca en estudiar y contrarrestar esos efectos. RealBody+ se centra en tres áreas principales: la promoción de una imagen corporal positiva, la motivación hacia la actividad física orientada a la salud y la adopción de una conducta alimentaria saludable. La finalidad es intervenir de manera preventiva, ofreciendo herramientas a los adolescentes para mejorar su bienestar emocional y físico, y evitar que caigan en conductas disfuncionales, como los trastornos alimentarios o el ejercicio físico excesivo motivado por la apariencia. El proyecto se apoya en un equipo multidisciplinar de expertos en educación física y psicología, quienes desarrollarán una aplicación móvil como herramienta central de la intervención. A través de esta aplicación, los adolescentes accederán a contenido diseñado para fomentar hábitos saludables y una percepción más positiva de su cuerpo, lejos de los estándares irreales promovidos en redes sociales. Además, el proyecto busca generar evidencia científica sobre la efectividad de este tipo de intervenciones, con la expectativa de que sus resultados puedan ser utilizados en futuros programas educativos y de salud.

El presente estudio propone un programa de intervención en realidad virtual (VR) para reducir actitudes sexistas contra jugadoras en videojuegos online, enfocándose en hombres adultos que juegan frecuentemente. La intervención, que se extiende por 8 semanas, incluye una evaluación inicial mediante la escala SAWGS para medir actitudes sexistas. Durante seis semanas, los participantes asisten a sesiones de VR donde experimentan el entorno de juego desde la perspectiva de una jugadora, enfrentando situaciones de discriminación y sexismo para aumentar la empatía y la comprensión de estos problemas. Al final del programa, se evalúan los cambios en las actitudes sexistas y otras variables como el bienestar psicológico y la empatía, empleando cuestionarios y entrevistas para obtener una medida detallada del impacto. Además, se utiliza la escala de Deseabilidad Social y el Índice de Reactividad Interpersonal (IRI) para detectar posibles sesgos en las respuestas. Se ofrece también un espacio seguro de discusión para que los participantes reflexionen sobre sus experiencias y exploren posibles cambios en su comportamiento fuera del entorno virtual. Finalmente, el programa realiza seguimientos a los tres y seis meses post-intervención para evaluar la permanencia de los cambios en las actitudes hacia las jugadoras. Este programa representa un paso hacia un entorno de videojuegos más inclusivo y respetuoso, mostrando que la empatía y la comprensión pueden transformar actitudes y construir una comunidad de juego mejor para todos.